CHICALI TOWN Urban Asian Bar se destaca como un paradigma de innovación y diseño que logra capturar la esencia cultural (rica y diversa) de la Chinesca de Mexicali, trasladándola a Hermosillo.
La iluminación se convierte en el hilo conductor que une tradición y modernidad, proporcionando una experiencia sensorial única.
Este proyecto localizado en el local número 18 de Plaza Cantabria sobre Blvd. Colosio Poniente, comienza el recorrido en una terraza refrigerada con un mural que presenta a una mujer china con abanicos rojos que establece el tono cultural del espacio, acompañada de un conjunto de lámparas rojas chinas suspendidas y un letrero en iluminación roja brillante que parecen extenderse hacia el infinito gracias a la astuta incorporación de espejos y luces LED que invita a los visitantes a sumergirse en el ambiente del restaurante que comunica la naturaleza inmersiva del espacio.
Interior: Un Equilibrio entre Misticismo y Modernidad.
Al ingresar al salón principal, los visitantes son recibidos por una escultura de Buda de dos metros de altura, enmarcada por un arco de medio punto de doble altura en color rojo, que iluminados, dominan el salón creando una atmósfera de reverencia. Las dos barras de bebidas (una en planta baja y otra en planta alta) con una cubierta de ónix iluminada, se destacan como piezas de arte que enriquecen el espacio junto con las repisas en vidrio ahumado y los círculos de luz, ofrecen un juego de reflejos y sombras que enriquecen la atmósfera.
Escalando Hacia la Sorpresa y la Continuidad Temática
La transición a la planta alta se convierte en un espectáculo visual en sí misma, con tiras LED en movimiento que guían la vista hacia la cava de las bebidas más valiosas, culminando en un remate visual impactante. El uso de luces LED de colores en la figura suspendida del dragón chino aporta dinamismo y sorprende, mientras que el gran espejo en forma de medio círculo refleja y amplifica la luminosidad, creando una sensación de amplitud y continuidad. Este espejo, enmarcado por arcos de luz, no solo añade a la estética, sino que también sirve como un recordatorio del sol naciente, un símbolo de renovación y esperanza que conecta el espacio con las tradiciones asiáticas.
Una colaboración artística y simbólica entre arte y tecnología
Los murales, realizados por un joven arquitecto de Hermosillo, añaden profundidad al diseño. Su trabajo, que incluyen además figuras de una mujer neo-africana, un flamingo, un Buda y un par de peces koi, cobran vida mediante una iluminación sutil que realza la expresividad de sus trazos. Además, el arte digital del video-mapping transforman estas obras en escenarios dinámicos y envolventes, agregando una dimensión interactiva que cautiva a los visitantes.
La proyección de imágenes sobre éstos murales, como el rostro de la escultura griega y a la icónica Mona Lisa, añaden una dimensión interactiva que sorprende y cautiva a los visitantes. Una manera de combinar tecnología y creatividad, estos murales no solo se ven, sino que se experimentan de manera envolvente, convirtiéndose en un espectáculo visual que aporta una atmósfera única y vibrante al restaurante.
La frase “FROM CHICALI TO TOWN” iluminada sobre un fondo de líneas verticales simboliza la conexión entre dos mundos, acentuada por una iluminación que evoca una persiana semiabierta, invitando a los comensales a descubrir lo que se encuentra más allá.